Asomada al mar, en el punto más meridional de Europa y más cercano a África, Tarifa, también llamada “La capital del viento”, es una de las ciudades costeras con mayor proyección turística, al convertirse en el reino del surf, el kitesurf y el windsurf.
Tarifa es rica en yacimientos de arte rupestre que prueban la presencia de culturas prehistóricas en la zona desde el Paleolítico hasta la Edad de Bronce. El municipio posee alrededor de sesenta cuevas de estas épocas, entre ellas las más antiguos de la región. Destacan las pinturas naturalistas de la Cueva del Moro, fechadas en el Paleolítico Superior, y la Necrópolis de Los Algarbes.
De la Edad Antigua hay indicios arqueológicos de la presencia de, al menos, dos asentamientos púnicos de cierta importancia en Tarifa: uno en la Isla de Las Palomas, que contiene una serie de tumbas hipogeas y parecen pertenecer a un poblamiento púnico, y otro la conocida como ciudad de Baelo Claudia, en el que pueden encontrarse restos arquitectónicos de origen romano datados a finales del siglo II a. C..
De las Murallas construidas entre los Siglos X y XVI se observan dos tramos diferenciados: el primero de época islámica, que rodeaba un recinto más pequeño, y el segundo que abarca todo el casco antiguo. En la antigüedad, las murallas tenían tres puertas: al este la Puerta del Retiro, que fue destruida a finales del siglo XIX, al sur la Puerta del Mar y al norte la Puerta de Jerez. La Puerta de Jerez, construida en el siglo XIII, es la única puerta que ha sobrevivido.
De la época califal podemos visitar el Castillo de Tarifa o Castillo de Guzmán el Bueno es una fortaleza mandada a construir por Abderramán III y uno de los monumentos más importantes de Tarifa.
Del S.XX encontramos el Castillo de Santa Catalina. Debe su nombre actual a una antigua ermita que se encontraba allí y que estaba dedicada a Santa Catalina de Siena (siglo XVI). Hoy en día es uno de los lugares más emblemáticos de Tarifa.
Además, de arquitectura religiosa se pueden visitar monumentos como la Iglesia Mayor de San Mateo, la Iglesia de San Francisco y la Iglesia de Santa María.
El municipio participa de cuatro espacios naturales protegidos: el Parque Natural de los Alcornocales, el Parque Natural del Estrecho, el Paraje Natural Playa de Los Lances -área de concentración y regreso de aves en la travesía del estrecho de Gibraltar- y el Monumento Natural Duna de Bolonia, con más de 30 metros de altura y situada en el istmo de Punta Camarinal, en la costa suratlántica de Cádiz.
El Campo de Gibraltar y, por ende, la costa de Tarifa es uno de los principales enclaves europeos para la observación de aves y cetáceos. Imprescindible visitar el Centro de Interpretación de los Cetáceos y montarse en un barco para ir a verlos.
La rica cultura gastronómica de Tarifa tiene en el atún rojo uno de sus máximos exponentes. También llamado «pata negra del mar», se pesca en las costas desde hace tres mil años.
Dos de las cuatro almadrabas de la provincia se calan en aguas del litoral tarifeño y por el estrecho de Tarifa migran todos estos animales en el paso obligado entre nuestros dos mares.
Todos los años, a finales de mayo y principios de junio Tarifa celebra su Ruta del Atún.
Tarifa destaca por sus espectaculares playas de infinitas dunas de arena fina y aguas cristalinas donde podrás contemplar increíbles puestas de sol. El azote del viento de levante las convierten en un lugar de culto para los aficionados a deportes náuticos como el kitesurf, el flysurf, el paddle surf o el submarinismo, entre otros muchos
La Playa Chica está situada en el punto más al sur del continente europeo y es la última playa del Mar Mediterráneo. Tiene aguas cristalinas y bastante frías que son perfectas cuando hay mucho viento de Poniente y quieres bañarte en aguas tranquilas. Esta playa está especialmente recomendada para el buceo.
La playa principal de la costa tarifeña es la Playa de Los Lances, que da al Océano Atlántico y que puede considerarse una de las más turísticas de la zona, contando con bastantes zonas públicas como restaurantes o chiringuitos. En los meses de julio y agosto está prohibido el surf pero en la época de primera y otoño es perfecta para coger buenas olas.
Por su parte la Playa de Valdevaqueros es también una de las playas que más turistas atrae. Esta playa es muy conocida y popular entre los amantes del kitesurf, con un gran viento, ambiente e infraestructura.
Finalmente tenemos la estrella de la corona: la Playa de Bolonia. Esta playa es considerada una de las más bonitas de España gracias su extenso arenal fino rematado por una duna gigantesca, desde la que puedes ver un paisaje inigualable de aguas turquesas y que, además, se encuentra junto a las ruinas romanas de Baelo Claudia.